El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, llegó este lunes a las 18.30 (hora argentina) a México para estar presente en la asunción de nueva Jefa de Estado, Claudia Sheinbaum, el martes. La ceremonia será a las 9 de la mañana y el mandatario provincial estará acompañado de su ministro de Gobierno, Carlos Bianco; y su par de Comunicación, Jesica Rey. Será uno de los invitados especiales de la nueva presidenta mexicana y, además, el único representante argentino, ya que el gobierno nacional no envió a nadie, ni del Ejecutivo ni de Cancillería. Este desplante libertario le ayudará en su misión de construir un proyecto alternativo regional, como empezó a hacer en Brasil hace sólo unos meses junto a Luiz Inácio Lula da Silva.

Desde Casa Rosada confirmaron que el presidente Javier Milei no estará en el acto de asunción. Esta noche, el mandatario tiene previsto cenar en Olivos con su par de El Salvador, Nayib Bukele, un dirigente que propone un proyecto político y económico, nacional y regional, completamente distinto al de Sheinbaum y su mentor, el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador. Además, tampoco asistirá la canciller, Diana Mondino, como dicta la diplomacia tradicional.

La tercera línea sería un vicecanciller o la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, que actualmente está encabezada por el embajador Héctor Marcelo Cima. No viajará. María Gabriela Quinteros, la embajadora argentina en México sería la cuarta y última opción. La funcionaria, en cambio, sí será de la partida.

“Es un desplante muy grande el que hace el Presidente”, detalló a este medio un funcionario de Casa de Gobierno bonaerense. Y remarcó que “Brasil y México son las principales potencias económicas” que tienen relaciones con la Argentina. Es decir, las relaciones bilaterales y los acuerdos económicos exceden a los presidentes de turno. Un destrato que se podría haber evitado, y que genera magnifica aún más la presencia de Kicillof. “Él es el gobernador de una provincia, es decir, es un estado subnacional, y no se suele invitar a los gobernadores a la asunción presidencial”, agregó.

El rol de CFK y la jugada de AMLO

El 7 de agosto pasado, la ex presidenta Cristina Fernández, viajó a México y, entre varias reuniones y disertaciones, mantuvo un encuentro privado con la entonces presidenta electa, Claudia Sheinbaum. De la misma también participó la secretaria general del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Citlalli Hernández.

En su cuenta oficial, la líder mexicana contó que la charla estuvo centrada en “el proceso de transformación en México, la importancia de sostener gobiernos que representen a sus pueblos y que sean alternativas al neoliberalismo, que tanto daño le hizo a nuestros países. Hablamos sobre América Latina y lo que significa ser mujer presidenta”.

Claudia Sheinbaum forma parte del espacio político del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a quien conoció 24 años atrás y desde entonces militaron a la par. En ese escenario, la invitación al gobernador bonaerense adquiere una mayor connotación política.

Según detallaron a este medio, desde el partido de MORENA “apuestan al peronismo, juegan fuerte”. Lo cierto es que, a medida que Milei comienza a dejar sillas de poder vacías, Kicillof se encarga de ocuparlas y construir, en clave geopolítica, una alternativa internacional al gobierno actual. Ya lo hizo con Lula en su viaje a Brasilia, lo viene haciendo con las autoridades chinas -tanto en el plano político, como económico, como académico- y ahora suma a la otra potencia regional, México.