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Hoy,28 de Febrero del 2021
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La empresa y el ministerio de Salud están en un impasse debido a las cláusulas de los contratos para comercializar la vacuna.
Pfizer quiere que el gobierno brasileño sea responsable por eventuales reivindicaciones legales derivadas de los efectos adversos de la vacuna, a partir del momento en que la agencia local de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) conceda el registro o autorice el uso urgente y temporal.
El laboratorio pretende además que cualquier controversia con el gobierno brasileño sea resuelta por una cámara arbitral en Nueva Yoek, y pide al gobierno renunciar a la soberanía de sus activos en el exterior como garantía de pago, además de establecer un fondo de garantía con importes depositados en una cuenta en el exterior.
Según Pfizer, solo Brasil, Venezuela y Argentina no aceptaron sus cláusulas, que siguen un estándar internacional.