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Hoy,08 de Febrero del 2025
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El hecho ocurrió en pleno centro de Puerto Iguazú y la víctima fue asistida por policías que se hallaban de recorrida y la vieron envuelta en llamas. Fue así que la auxiliaron y la trasladaron al Hospital local.
Medina padeció quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo y por la gravedad de las heridas se decidió su traslado vía área a un centro especializado de Buenos Aires. El esfuerzo de los profesionales que la atendieron resultó estéril debido a la gravedad de su cuadro, por lo que después un mes y medio de agonía falleció. Antes había perdido el embarazo que cursaba.
Cardozo había sido detenido al día siguiente del ataque, escondido en la casa de una tía en el barrio Primavera de Iguazú. En esa vivienda la Policía secuestró una botella de plástico con restos de nafta. Pero ese no fue el único indicio de su responsabilidad en el hecho, ya que desde un primer momento varios testigos lo implicaron.
Pruebas contundentes
Otras voces manifestaron que la relación de Medina y su concubino no era buena y que en varias oportunidades el muchacho la habría amenazado de muerte. La intención de Cardozo de lastimar a la víctima quedó explicitada en que roció a su pareja con nafta en el interior de la pieza que alquilaban y después la persiguió con un encendedor para quemarla viva.
En mayo de 2005 el acusado fue juzgado por el Tribunal Penal de Eldorado, instancia en la que fue condenado a 21 años por homicidio simple y aborto preterintencional. Cardozo se abstuvo de declarar a lo largo de todo el proceso, acorralado por las pruebas que lo incriminaron en el horrendo hecho. Oportunamente, su defensor particular apeló la sentencia ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ).
Los ministros del máximo cuerpo subrayaron que al menos tres testigos fueron coincidentes al afirmar que vieron al imputado persiguiendo a la víctima.
Un testigo declaró “un muchacho la corría con un encendedor en la mano”, otro dijo “el tipo que venía detrás le hace un chispazo” y el tercero afirmó “ahí sale él (por el imputado) y le corre con algo que chispea en la mano de él, y se prende fuego la chica”, según se cita en la sentencia.
En octubre de 2007, el STJ negó el recurso de casación y confirmó la sentencia. Hoy, a los 39 años, Crispín Osvaldo Cardozo se halla en período de prueba con salidas transitorias y cada 15 días abandona su lugar de detención por 24 horas. A fines de octubre cumplirá la pena de 21 años y estará en condiciones de acceder a la libertad condicional.